El juego puede definirse como una actividad placentera que facilita la adquisición de habilidades de desarrollo personal; posibilita la socializacion, el aprendizaje de distintas conductas y roles, el desarrollo de la creatividad y la exteriorización de las emociones.
Podemos distinguir varios perfiles de jugadores;
-. Jugador Social: juega por entretenimiento o en el campo de una relación social.
-. Jugador problema o Jugador en progresión adictiva: su forma de jugar constituye un riesgo, bien por el numero y tipos de juegos, bien por su frecuencia y/o el dinero que gasta en ellos.
Jugador Patológico: se trata de un jugador inmerso en un proceso adictivo dependiente presentando conductas de juego descontrolado que responden a las siguientes pautas;
-. Frecuencia de juego y/o inversión en tiempo y en dinero extraordinariamente altas.
-. Pensamientos recurrentes y deseo compulsivo de jugar, sobre todo cuando ha perdido.
El juego patológico, aun definido formalmente como un problema del control de los impulsos, es considerado cada vez mas por los expertos como un trastorno adictivo y ofrece el paradigma perfecto para el estudio de la adicción, ya que muestra la conpulsion en su estado puro, libre de sustancias química.
a partir de consideraciones sanitarias, el DSM IV, manual diagnostico y estadístico de trastornos mentales elaborado por la asociación de americana de psiquiatria, la CIE 10, que es el instrumento mas utilizado para la valuación y diagnostico de juego patológico, así como el inventario de pensamientos sobre el juego de Echeberua y Baez (1992) incluyen todos ellos las comisión de delitos como diagnostico del juego.